Investigadores desarrollan prueba rápida para contaminación de alimentos
Los investigadores de McMaster han desarrollado una prueba rápida y económica para la contaminación por Salmonella en pollo y otros alimentos, una que es más fácil de usar que una prueba casera de COVID.
La prueba, descrita en un nuevo artículo en la revista Angewandte Chemie, podría mejorar la seguridad alimentaria, reducir el costo de procesamiento de aves frescas y otros alimentos, y ayudar a limitar los retiros generales de lotes que se identificaron específicamente como contaminados.
Los investigadores han demostrado que la prueba brinda resultados precisos en una hora o menos sin la necesidad de accesorios o una fuente de energía, en comparación con el monitoreo actual a través de cultivos de laboratorio, que requieren al menos un día completo para producir resultados.
Una vez ampliada y disponible comercialmente, la nueva prueba podría ser una gran ayuda para los procesadores de aves de corral, para quienes la salmonella se encuentra entre los riesgos de contaminación más importantes.
La prueba también sería beneficiosa para garantizar el procesamiento seguro de otros alimentos que son particularmente vulnerables a la salmonela, como los huevos, los productos lácteos y la carne molida.
Un solo procesador avícola importante realiza decenas de miles de pruebas de laboratorio de salmonella cada año. Reducir o incluso eliminar la necesidad de cultivos de laboratorio durante la noche representaría un ahorro significativo y facilitaría la identificación de la contaminación en una etapa más temprana del proceso.
Proteger al público de la salmonela es una alta prioridad para los productores de alimentos, los minoristas y los reguladores por igual, ya que es una de las formas más comunes y graves de infección transmitida por los alimentos, que causa 155.000 muertes en todo el mundo cada año.
Lo que hace que la prueba funcione es una nueva molécula de ácido nucleico sintético, desarrollada en McMaster. Para la prueba, la molécula se intercala entre partículas microscópicas como el oro.
La plataforma de prueba recubre el interior de la punta de una pipeta y comienza a funcionar cuando una muestra licuada del alimento que se está probando se extrae dentro del tubo.
Si la bacteria salmonela está presente, corta las partículas y permite que la molécula escape.
Cuando la solución se deja caer sobre una tira reactiva de papel, la presencia de salmonela se muestra como un tono rojo visible, gracias a una nueva forma de biosensor, también creada por el equipo de McMaster. Cuanto mayor es la concentración de salmonella, más brillante aparece el color.
La nueva tecnología se ha desarrollado con el apoyo de la organización de investigación sin fines de lucro Mitacs y Toyota Tsusho Canada Inc., una subsidiaria indirecta de Toyota Tsusho Corporation en Japón, que planea desarrollar la innovación para uso comercial.
La investigación es parte de un esfuerzo continuo y más amplio para establecer a McMaster y su Global Nexus for Pandemics and Biological Threats como un centro para el desarrollo de sensores en tiempo real, materiales repelentes de patógenos y otros productos que mejoran la seguridad alimentaria.
Uno de los coautores del estudio es Yingfu Li, profesor de Bioquímica y Biología Química que dirige el Grupo de Investigación de Ácidos Nucleicos Funcionales de McMaster. Otros coautores son Tohid Didar, profesor asociado de Ingeniería Mecánica y Presidente de Investigación de Canadá en Nanobiomateriales y Carlos Filipe, presidente del departamento de Ingeniería Química de McMaster.