Una nueva investigación de la Universidad de Waterloo sugiere que aumentar la proporción entre la ingesta de potasio y sodio en la dieta puede ser más eficaz para reducir la presión arterial que simplemente reducir la ingesta de sodio.
La hipertensión arterial afecta a más del 30% de los adultos a nivel mundial. Es la principal causa de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, y también puede provocar otras afecciones como enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca, latidos cardíacos irregulares y demencia.
Tanto el potasio como el sodio son electrolitos, sustancias que ayudan al cuerpo a enviar señales eléctricas para contraer los músculos, afectar la cantidad de agua en el cuerpo y realizar otras funciones esenciales.
Si bien investigaciones anteriores encontraron que aumentar la ingesta de potasio puede ayudar a controlar la presión arterial, los investigadores desarrollaron un modelo matemático que identifica con éxito cómo la proporción de potasio y sodio afecta el cuerpo.
El modelo también identifica cómo las diferencias de sexo afectan la relación entre el potasio y la presión arterial. El estudio reveló que los hombres desarrollan hipertensión con mayor facilidad que las mujeres premenopáusicas, pero también son más propensos a responder positivamente a una mayor proporción de potasio a sodio.
Los investigadores destacan que modelos matemáticos como el utilizado en este estudio permiten realizar este tipo de experimentos para identificar de forma rápida, económica y ética cómo diferentes factores impactan en el organismo.
El estudio, Modulación de la presión arterial por el potasio y el sodio en la dieta: diferencias de sexo y análisis de modelos, se publicó recientemente en el American Journal of Physiology-Renal Physiology.
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