Un nuevo enfoque para tratar el dolor neuropático está dando un paso clave gracias a investigadores de la Universidad de Texas en Austin.
Entre los tipos de dolor más difíciles de aliviar se encuentra el dolor neuropático, dolor que generalmente es causado por daño a los nervios en diversos tejidos del cuerpo, incluida la piel, los músculos y las articulaciones. Puede provocar que los pacientes sufran sensaciones como descargas eléctricas, hormigueo, ardor o punzadas. La diabetes, la esclerosis múltiple, los medicamentos de quimioterapia, las lesiones y las amputaciones se han asociado con el dolor neuropático, que a menudo es crónico, a veces implacable y afecta a millones de personas en todo el mundo. Muchos de los analgésicos disponibles son sólo moderadamente eficaces para tratar este tipo de dolor y, a menudo, conllevan efectos secundarios graves, además de riesgo de adicción.
Ahora, investigadores de UT Austin, la Universidad de Texas en Dallas y la Universidad de Miami han identificado una molécula que reduce la hipersensibilidad en ensayos en ratones uniéndose a una proteína que, según han demostrado, está implicada en el dolor neuropático.
Los hallazgos aparecen en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, del cual Stephen Martin, catedrático de Química June y J. Virgil Waggoner Regents en la Universidad de Texas en Austin es coautor correspondiente del artículo.
El nuevo compuesto, denominado FEM-1689, no activa los receptores opioides del cuerpo, lo que lo convierte en una posible alternativa a los analgésicos existentes relacionados con la adicción. Además de reducir la sensibilidad, el compuesto puede ayudar a regular la respuesta integrada al estrés (ISR), una red de señalización celular que ayuda al cuerpo a responder a lesiones y enfermedades. Cuando está bien regulado, el ISR restablece el equilibrio y promueve la curación. Cuando sale mal, el ISR puede contribuir a enfermedades como el cáncer, la diabetes y los trastornos metabólicos.
NuvoNuro Inc., una empresa cofundada por Martin y otros autores del artículo, recibió recientemente una subvención de la Iniciativa HEAL de los Institutos Nacionales de Salud, que financia investigaciones para encontrar soluciones científicas a la crisis nacional de opioides, para crear un medicamento basado sobre sus hallazgos.
Muhammad Saad Yousuf, Eric T. David, Stephanie Shiers, Marisol Mancilla Moreno, Jonathan Iketem, Danielle M. Royer, Chelsea D. García, Jennifer Zhang, Veronica M. Hong, Subhaan M. Mian, Ayesha Ahmad y Benedict J. Kolber de La Universidad de Texas en Dallas; James J. Sahn y Hongfen Yang de UT Austin; y Daniel J. Liebl de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami también fueron autores del artículo.