Una silueta tonificada
Hay juego en el andar de estos hombres alertas y en movimiento: la pierna salta, esbelta, marcada; el paso está asegurado, la silueta tonificada. Hay seducción en la caricia de cashmeres y franelas, corderito y tejidos crujientes, diferentes granos de piel, y atrevimiento en la elección de las joyas.
También puedes adivinar la atención en la sensualidad de las prendas, en los detalles que las hacen tuyas: un bolsillo camuflado, la sorpresa de una espalda de cuero sobre un chaquetón.
Antracita, grava, niebla, caramelo, marrón, camel, café, azul marino, marfil y negro: la paleta revela tonos apagados que se enriquecen, se repiten, atravesados por un estallido de luz, intenso como la luz del invierno.
La mano del artesano se lee en estas prendas con historias: en estos trenzados de cuero o malla que son como la huella de múltiples vidas; en estos palimpsestos de cuadrados sobre malla; en estos fragmentos de cuero sobre una chaqueta; en un punto irlandés que comienza en color y se reafirma en la puntada; en los efectos de encuadre, en el canesú de seda de un cárdigan.