Un jardín elevado concebido para reparar una hendidura de larga data en el terreno y recrear la ladera del sitio en el que se encuentra. Así luce la nueva Fendi Factory en Bagno a Ripoli (FI), diseñada por el estudio Piuarch. Un complejo de unos 14.000 metros cuadrados que se levanta en la campiña toscana, concebido en torno a un alto nivel de paisajismo y eficiencia energética avanzada, un hito arquitectónico con un valor estético y ambiental significativo.
A partir de un enfoque innovador, la firma diseñó un edificio que se extiende horizontalmente sobre un solo nivel para crear una forma libre impulsada por las necesidades del proceso de producción. La practicidad de los espacios se convierte así en el principio conceptual del plan de sitio, que combina diferentes funciones, fusionándolas en caminos fluidos que lo recorren horizontalmente. Una especie de columna vertebral que conecta los espacios, con paredes transparentes, también une visualmente los diferentes usos al tiempo que anima a las personas a moverse y socializar. El complejo albergará oficinas de dirección y administración, un restaurante, un almacén de producción, talleres y una escuela de alta marroquinería.
El concepto del proyecto, definido junto con el arquitecto paisajista Antonio Perazzi, tiene como objetivo definir las condiciones para una renovada colaboración visual entre la arquitectura y el medio ambiente: el edificio, aparentemente subterráneo debido a la elección paisajística de crear un techo verde continuo y extenso, se convierte en un edificio ecológico integrado con un sistema que recrea los contornos del terreno para restaurar la forma de la ladera original.
Un gran jardín en la azotea que cumple no solo un papel ambiental sino también social y comunitario, convirtiéndose en un espacio fácil de usar y un lugar para que los empleados socialicen.