Las siluetas del desfile Dior Invierno 2023-2024 subvierten los principios básicos para reinventarlos y mejorarlos. En homenaje al rigor y la sencillez del inconfundible estilo de Yves Saint Laurent, heredero designado del modisto fundador, los cortes de las piezas diseñadas por Kim Jones revelan formas redondeadas y de delicadas curvas, que combinan la búsqueda de la elegancia con la importancia del confort. Los iconos de la sastrería masculina se reinterpretan y revitalizan en todos los aspectos. Los pantalones presentan pinzas de gran virtuosismo, las chaquetas forradas juegan con efectos ópticos y desvelan una construcción arquitectónica, mientras que las camisas clásicas se realzan con mangas dobles, que crean unos efectos de volumen sin precedentes. Los abrigos se convierten en capas por medio de ingeniosas cremalleras. Como una invitación a experimentar una hipnótica odisea sobre las olas, del Támesis al Sena cruzando el canal de la Mancha, el agua y sus reflejos exaltan el espíritu de esta colección; un elemento cuyas fluctuaciones encuentran su paralelismo en las de la moda. Las vaporosas cintas que surgen de los tops de organza encarnan la idea de las olas en movimiento, como tejidos de punto esculturales que dan forma a suntuosos drapeados. En un cruce de funcionalidad y belleza, la ropa técnica de abrigo se inspira en las prendas marineras, como los chalecos acolchados y los chubasqueros en tonos vivos y alegres.
Los accesorios de la colección, que combinan sofisticación y funcionalidad, siguen los dictados de la simplicidad absoluta. Los bolsos, piezas irresistibles adornadas con un delicado estampado Dior Oblique tono sobre tono, oscilan entre la discreción y la audacia. Las botas y los zapatos derby vienen acompañados de calcetines, apenas visibles, mientras que algunos modelos presentan impresiones en 3D, que desafían los límites de la innovación. La joyería, infinitamente poética, reinventa los temas principales de esta línea e incluye el coral, el muguete y el logotipo CD Diamond. Como expresión del virtuosismo de los talleres Dior, Victoire de Castellane ha diseñado una pieza de alta joyería para llevar en medio del brazo, al estilo de un brazalete reinventado. Como toque final, los sombreros diseñados por Stephen Jones rinden homenaje a los marineros, mientras que las gorras se rematan con un lazo. Una oda plural al legado de la Maison y a la esencia misma de la moda: belleza y utilidad.