Ferrari presentó hoy el F80 y escribió un nuevo capítulo en la historia de los superdeportivos legendarios que llevan la insignia del Cavallino Rampante. El F80 se producirá en una serie limitada de sólo 799 ejemplares y se une al panteón de iconos como el GTO, F40 y LaFerrari mostrando lo mejor que la marca con sede en Maranello ha logrado en términos de tecnología y rendimiento.
Desde 1984, Ferrari ha lanzado periódicamente un nuevo superdeportivo que representaba el pináculo de la tecnología de vanguardia y la innovación de su época y que estaba destinado a quedar consagrado en la cultura popular. Destinados a los clientes más exigentes de la marca, estos coches se convirtieron inmediatamente en leyendas, dejando una huella indeleble no sólo en la historia de Ferrari, sino también en la historia del automóvil en sí.
La última incorporación a esta familia, el F80, tiene la tarea de incorporar lo último en ingeniería para un vehículo con motor de combustión interna y emplea todas las soluciones tecnológicas más avanzadas, incluida la tecnología híbrida de última generación para el tren motriz, para alcanzar niveles incomparables de potencia y par. Cada aspecto de la arquitectura está concebido para maximizar el rendimiento, desde el chasis de fibra de carbono y soluciones aerodinámicas extremas mucho más allá de todo lo visto antes en un automóvil legal para la carretera, hasta la nueva suspensión activa optimizada para permitir al conductor exprimir cada gramo de rendimiento del coche en la pista.
A diferencia de todo lo demás en el mundo de los superdeportivos actuales, el F80 combina todos estos atributos con niveles inigualables de usabilidad en la carretera, donde se puede conducir con facilidad. Esta capacidad dio forma a cada elección tomada en términos de tecnología y arquitectura para lograr el objetivo, que a primera vista parece imposible, de crear un superdeportivo orientado a la pista que sea tan manejable como un modelo de gama de producción.
Todo esto significa que el conductor pasará aún más tiempo en el coche y podrá conocer y deleitarse verdaderamente con su rendimiento y la emocionante experiencia de conducción que ofrece. La arquitectura del F80 es tan extrema que el diseño elegido da como resultado una cabina más estrecha con un diseño centrado en el conductor, que aun así ofrece excelente espacio y comodidad para el pasajero. Esta elección tuvo beneficios cruciales en términos de minimizar la resistencia y el peso.
La zona del habitáculo tiene así una marcada sensación de monoplaza, a pesar de que el coche está homologado para dos ocupantes, lo que da como resultado una arquitectura que podríamos denominar “1+”. La razón principal para esta elección fue minimizar el ancho, en beneficio de la aerodinámica (con menos resistencia) y el ahorro de peso. Este concepto está totalmente en consonancia con el mundo del automovilismo del que este vehículo no sólo se inspira, sino que también hereda soluciones tecnológicas.
Como siempre ha sido el caso de los superdeportivos Ferrari anteriores al F80, el sistema de propulsión se basa en la mejor expresión de la tecnología en el deporte del motor. El GTO y el F40 estaban propulsados por un V8 turbo, porque los coches de Fórmula 1 utilizaban motores turboalimentados en los años 1980. Hoy en día, tanto en la Fórmula 1 como en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), los motores consisten en motores turbo V6 ICE acoplados a un sistema híbrido de 800 V. Era natural entonces que esta arquitectura, la misma arquitectura utilizada por el 499P, que obtuvo dos victorias consecutivas en las 24 Horas de Le Mans, se transfiriera al nuevo F80.
Pero aquí el sistema de propulsión se complementa con la introducción, por primera vez en un Ferrari, de la tecnología de turbo eléctrico (e-turbo), que, con un motor eléctrico instalado entre la turbina y el compresor de cada turbo, permite una extraordinaria salida de potencia específica y respuesta instantánea desde abajo en el rango de revoluciones.
La aerodinámica juega un papel clave en el F80, con soluciones como el alerón trasero activo, el difusor trasero, los bajos planos, el alerón triplano delantero y el S-Duct trabajando en conjunto para generar 1.000 kg de carga aerodinámica a 250 km/h. Este resultado se ve reforzado aún más gracias a la suspensión activa, que contribuye directamente a generar efecto suelo. El rendimiento se ve impulsado por el eje delantero eléctrico, que ofrece capacidad de tracción en las cuatro ruedas para hacer un uso aún más eficaz del par y la potencia disponibles, y los nuevos frenos con tecnología CCM-R Plus derivada de los deportes de motor.
Como todos los superdeportivos que le precedieron, el F80 marca el inicio de una nueva era de diseño para Ferrari, con un lenguaje de diseño más tenso y extremo que acentúa su alma de carrera. Hay claras referencias a elementos tomados de la industria aeroespacial, que subrayan la tecnología de vanguardia y la elegante ingeniería de todas y cada una de las soluciones técnicas. Pero también hay guiños a sus sagrados progenitores que declaran claramente el ilustre linaje del F80.